Comer en exceso hasta empacharnos o sentir que el estómago va a «reventar» es una costumbre que debemos dejar de lado, no solo es dañino para la salud, también genera un estrés enorme en nuestro organismo.

Los peruanos estamos acostumbrados a consumir alimentos contundentes, buenas porciones de arroz, de carne, de menestras. Sin embargo olvidamos que en la cantidad no siempre está la calidad. Lo que tenemos que saber es distribuir las comidas.   
La sensación de empacho, se da cuando existe un consumo exagerado de alimentos ya sea por querer saciar una necesidad o un gusto, objetivo que se puede cumplir comiendo cualquier cosa. Si bien el organismo requiere de macronutrientes como carbohidratos, proteínas y grasas, por más necesarios y saludables que estos sean, comerlos en grandes cantidades puede ser dañino para la salud. 
Por lo general, las mujeres deben consumir entre 1,600 y 2,000 calorías al día, mientras que los hombre entre 2,000 y 2,500. El aporte calórico de la dieta aumentará si se trata de deportistas o personas que quieren ganar peso. 
Para quienes no se encuentran en esas dos últimas situaciones, el comer por encima de lo necesario será perjudicial en todos los sentidos, desde lo fisiológico hasta lo económico.
El cuerpo solo utiliza la cantidad de nutrientes (proteínas, grasas, vitaminas etc.) que necesita en cada comida y el resto lo almacena o desecha. Lo que almacene lo guardará en forma de grasa, formando eso rollitos que tenemos en el cuerpo (abdomen, glúteos, piernas, brazos, etc.). El resto será evacuado.

Consulta con un especialista de tener malestar recurrente.

¿Qué pasa en el organismo? 

El empacho es perjudicial porque obliga al cuerpo a procesar grandes cantidades de alimentos, que podrían ser saludables, pero que en exceso dejan de serlo. 
El experto puso de ejemplo a las menestras, con nutrientes importantes, pero que en porciones dobles o triples pueden caer muy pesadas. Si se trata de alimentos procesados o chatarra, la situación empeora. 

Si estamos acostumbrados a empacharnos con gaseosa, refrescos de caja, de sobre, alimentos procesados habrá una exigencia mayor al hígado. Después que el organismo termina de metabolizar lo que comemos, los nutrientes pasan a la sangre, pero también junto a una gran cantidad de elementos químicos propios de esos productos, los cuales deben ser depurados por el hígado, que hace el mismo trabajo con los medicamentos”.  
De igual forma los riñones se ven exigidos en su labor. Sobre todo en aquellas personas que no toman el agua suficiente o consumen líquidos procesados en abundancia. De allí la importancia de mantenerse correctamente hidratados. 
Pero los daños no terminan allí. Si el empacho ha sido por comer en exceso carbohidratos como arroz, papas o fideos, cuando la persona vaya a defecar tendrá deposiciones “de consistencia muy dura, compacta, que le puede generar una constipación o estreñimiento. Por eso siempre, para evitar ello, se recomienda comer alimentos con fibra”. 
Entonces, debe ponerse especial atención en la cantidad de comida que ingerimos, la frecuencia, así como el tipo de alimento.